miércoles, 9 de diciembre de 2009

Los nuevos reporteros de guerra

En alguno de sus libros, Kapucinsky relata las dificultadas que debía superar un reportero en el extranjero para enviar sus notas. No había fax, ni e-mail y el correo era demasiado lento para ser útil. Esto sin contar que estuvo preso y, como los periodistas de Territorio Comanche, esquivó balas, esquirlas y policías corruptos. Los corresponsales de guerra deben ser así: machos llenos de barro y cicatrices que escriben desde hoteles de mala muerte mientras comen enlatados sin usar cubiertos.

Anastasia Moloney es colaboradora frecuente del Financial Times de Londres y ha escrito varias piezas sobre el conflicto colombiano en medios anglosajones. Hasta donde he sabido, no tiene cicatrices ni ha esquivado balas en el frente de batalla.

Descubrí a Anastasia por casualidad mientras leía la página del Center for New American Security. Busqué en google, encontré su e-mail y le escribí: ¿Cómo llegaste a Colombia? ¿Cómo fue visitar La Macarena en el Meta? ¿Cómo pasaste de profesora escolar a corresponsal del FT? ¿Has cubierto noticias desde el frente de batalla?

Me respondió en media hora contándome que todo había sido un asunto de suerte y persistencia. Estaba cansada de dictar clases en Londres y quería un cambio de vida. Aplicó a una oferta laboral y terminó en Bogotá como profesora de colegio. La oferta habría podido decir: Brasil, Vietnam o lo que fuera, le daba igual, lo que quería era salir de Londres.

Bogotá le encantó, pero al rato se aburrió de dictar clases y empezó a buscar nuevas opciones. No tenía titulo en periodismo y nunca había sido buena para escribir. Aun así, se puso en la tarea de conseguir trabajos como escritora freelance. Llamó y le escribió a todos los editores que se encontró ofreciéndoles sus servicios desde Colombia. La lección, según entendí, es que para conseguir estos trabajos pesa más la persistencia que la experiencia o el talento para la escritura. De hecho, Anastasia me comentó que la calidad de un texto solo pesaba alrededor de un tercio en la decisión de ser publicado.

Con sus contactos establecidos, empezó a escribir sobre paramilitares, guerrilleros, coca y todo lo que un lector inglés quiere saber sobre Colombia (que no es mucho más que eso). El reporteo para la mayoría de estas historias lo hizo gracias a la colaboración de sus contactos gubernamentales. El asunto funciona así: las oficinas de prensa gubernamentales organizan “tours de propaganda” para los periodistas extranjeros. Los llevan en aviones de la fuerza área con refrigerio, dan una vuelta por la zona donde se quieren presentar los logros gubernamentales, hablan con los funcionarios responsables y les dan un tiempo libre para que visiten el pueblo y hablen con la gente. Anastasia aprovecha estas oportunidades para recolectar información con la población local y escribir sus artículos. Ella nunca ha estado en medio de un combate o en el frente de batalla. “No vale la pena y menos si se tiene un hijo”.

Uno de estos tours la llevó a la Macarena y terminó sirviendo de base para el artículo (The FARC's Last Stand) sobre el que la entrevistaron en el Center for American Security y donde la descubrí por casualidad.

6 comentarios:

JuanDavidVelez dijo...

Que pena con los señores reporteros, pero con base en las pocas veces que los he visto en acción me atrevo a enunciar esta muy mediocre exageración: "esta más aburrido que un reportero en el lugar de los hechos".

Supongo que lo mismo pueden decir los reporteros del resto del mundo: "mas aburrido que un profesor calificando trabajos", "mas aburrido que un programador de computadores haciendo un programa".

Martín Franco Vélez dijo...

Cuánto echamos de menos a Kapuscinsky...

maggie mae dijo...

no la voy a leer, pero me da la impresión de que eso podría haberlo hecho buscando noticias en internet, así solo habría necesitado hablar español. Qué descache!!

Apelaez dijo...

dele un chance, cuenta lo que uno sabe en versiòn para britanicos apáticos

MariaPaulaLG dijo...

eso es lo que deberia estar haciendo la silla vacia no dr? ah! pero se necesita titulo, pailas

Anónimo dijo...

Chevere lo ser persistente vs. tener calidad. Buena enseñanza para cualquier tipo de proyecto que se tenga. Si hay calidad buenisimo, pero más importante que eso es la persistencia y determinación que se tengan.