lunes, 15 de diciembre de 2008

El fin del periodismo


Según la revista l'Express (1962), "para el año 2000 toda la comida será completamente sintética. Los campos agrícolas y la pesca serán asuntos superfluos. La población mundial se habrá multiplicado por cuatro y estará estabilizada. Los metales serán obtenidos del agua marina y de las piedras ordinarias. Las enfermedades, al igual que las hambrunas, habrán sido eliminadas, y un sistema universal de control e inspección higiénica estará funcionando..."

Y la gente se vestiría de plateado, los carros volarían en superautopistas virtuales y los periódicos y el periodismo como lo conocemos habría desaparecido. Mentiras, hasta allá no llegaron, los visionarios podían predecir un mundo con robots-mucama, pero con el periodismo no se metieron. O no se metieron hasta hace poco.

Con la llegada del internet y las noticias sobre las perdidas en los balances de los periódicos del primer mundo (porque por acá todavía son bien rentables), llegaron los nuevos visionarios. Algunos afirmaron que los periódicos del futuro serían portales gratuitos donde la información se construirá desde abajo y sin interferencias. Otros, señalaron los agredadores de noticias y la configuración de servicios de acuerdo con los intereses del cliente como la verdadera ola del futuro. Todos han concordado en que el periódico impreso -entregado debajo de la puerta- desaparecerá pronto y que el modelo de negocio tendrá que cambiar.

El problema es que nadie sabe como será el "nuevo modelo de negocio". A los anunciantes les sigue gustando pautar en papel y los lectores no conciben un servicio por internet que implique pagar por contenido. El nuevo "modelo de negocio," por el momento, no es más que un mal negocio.

Por el lado de los visionarios hay muchas ideas interesantes sobre como presentar las noticias, pero por el lado de los financieros, contadores, vendedores de espacios de pauta, secretarias, gerentes y todo los oscuros personajes que nada tienen que ver con la "parte creativa", las cosas no pintan bien. Las cuentas no les cuadran.

El asunto con los visionarios es que son muy visionarios y los obstáculos pequeños, como "el modelo de negocio", no les interesan. Piensan sin restricciones, pero son las restricciones las que terminan modelando el futuro. Una cosa es segura, el futuro del periodismo no será muy parecido a las utopías de los futurologos.

11 comentarios:

JuanDavidVelez dijo...

Al respecto de los futurologos me gusta lo que dice Bill Gates, el dice que al predecir con un horizonte de dos años el futuro se queda muy cortico frente a nuestras expectativas, pero que al predecir con un horizonte de 10 años las que se quedan corticas son las expectativas.

Del futuro del periodismo no me atrevo ni a opinar. Desde niño he consumido mucho periodismo, mi consumo siempre lo han pagado los anunciantes. Y aunque sea el mas comun de los lugares comunes tengo que decir que el talento siempre sobresale.

He descubierto desconcertado que el señor que dice que google cambio la forma de leer tiene razon, yo dudaba de el, pero ya no me queda ninguna duda, yo ya no leo, ya paso por encima de las palabras a la lata, que pesar (casualmente hoy como un ejercicio de curiosidad lei dos hojitas de salvame joe louis despacio y que placer, yo ya me habia leido el libro a mi google velocidad, pero hoy vi que esa vez no lo lei).

Apelaez dijo...

Don JuanDavid, yo también podría afirmar que los anunciantes me han patrocinado gran parte de mis lecturas periodísticas. De paso, yo le he colaborado a los anunciantes leyendo cuanto aviso, publireportaje e inserto le meten al periodico y a las revistas. Alguien decia que las revistas (y los periodicos) no eran más que una forma de venderle una audiencia a los anunciantes: "Mirá don relojes, ahí tenés 20.000 mirones que pueden estar interesados en comprar un nuevo relojito".

Ya entrados en la futurología periodistica, me gustaría más mirar la cosa desde los anunciantes. ¿Para los anunciantes como es el futuro? Les interesa pautar en un portal de internet así no más, o se van por el pay per clic, o por alguna especie de pauta personalizada al estilo de gmail. ¿Le venderan su pauta a portales específicos a un gran mayorista que se encargará de planearles la cosa en diferentes sitios y con diferentes modalidades? En fin, creo que por ahora me esta interesando más ese lado del futuro que el otro lado, el de los visionarios periodistas.

maggie mae dijo...

yo me imagino que lo que se viene es que una agencia se encargará de buscar un lugarcito en páginas de internet de acuerdo con los consumidores. Pero si una página de internet se vuelve como SoHo que tiene más de la mitad de la revista con pauta, por ejemplo, se volvería ilegible, con un montón de avisitos que se mueven o cambian de colores o tendría mil pop-ups.
Creo que se fregaron, los medios escritos pueden pautar mucho más y, por lo tanto, ganar mucho más; en internet las cosas se limitan. Eso sí, quien sabe que pasaría con los contenidos, sin plata, serían estudiantes o practicantes quienes hagan todo, y ahí sí nos fregamos quienes disfrutamos leer el periódico los domingos por la mañana.

Apelaez dijo...

M, yo también estaba pensando en la restricción de espacio para pautar en una página de internet. En una revista caben montonones de avisos y uno hasta los mira, asi sea un microsegundo, en un portal la cosa es diferente. El espacio disponible es mucho menor y si se le mete la misma cantidad de pauta la cosa se vuelve ilegible o insoportable. Se añade el problema de que la pauta en internet es bastante más barata que en un medio impreso.

También pienso que el "futuro del periodismo" parece tierra fertil para los practicantes muy muy baratos o para los que escribimos "ad-honorem". Juemadre, el futuro es apocalíptico!

Pero no, pensemos positivo. Los anunciantes tienen que encontrar una forma de pautar para mover sus ventas. No se van a quedar quieticos viendo como los lectores de pauta andan por ahi sueltos sin nadita de propaganda que leer.

Martín Franco Vélez dijo...

En este tal 'master' que estoy haciendo, la gran mayoría de profesores dan como un hecho que el futuro del periodismo está en interné. Yo espero, de verdad, que aún esté muy lejano el día en que me toque entrar al baño con el pórtatil. Ahí sí, como dicen, apague y vámonos.

Apelaez dijo...

Cierto, ese detalle no lo suelen tener en cuenta los visionarios.

JuanDavidVelez dijo...

Apelaez yo creo que el mismo microsegundo del impreso se lo roba la publicidad en internet. Hay una historia de un sitio perdido en internet, un sitio interesante construido por unos manes, un dia su sitio salio en la pagina principal de yahoo en la parte minuscula que uno cree que nadie ve en la parte superior izquierda. Resulta que a ese sitio llegaron muchisimas (no se si cientos de miles o millones de) personas por ese avisito de noticia que salio en yahoo. Ellos se dieron cuenta porque la pagina se "cayo" empezaron a buscar que habia pasado creyendo que eran hackers y no, era trafico generado por esa noticia en yahoo. Que pena no tener el enlace donde salio eso que estoy hablando.

Lo de que no hay espacio creo que es carreta, la fotico de entrada a Soho con Manuela Gonzalez ha contado con varios anunciantes y yo gustosamente les he dedicado varios segundos a cada uno. Si Jorge Valdano escribiera cada mes una columna en un sitio en internet yo con el mayor de los gustos esperaria 10 segundos viendo una propaganda cualquiera con tal de leer su articulo.

Apelaez dijo...

JuanDavid. Alguna vez me puse a contar la pauta en la revista soho, era algo así como el 40% de la revista, lo que es normal en este tipo de vainas. 40% son más o menos 50 avisos de pagina completa. Y bueno, ud tiene razón que tal vez en la web no sea necesario un aviso del tamaño de la pantalla, con una esquinita sería suficiente.

Ojalá el futuro sea así, ojalá la pauta reduzca su tamaño y mantenga o aumente su precio. Con eso tendríamos una revista soho gratuita y sus dueños podrian desechar la de papel y todos los costos que esto implica.

Anónimo dijo...

El Presidente de Apple, Steve Jobs, un visionario que además moldea nuevos y fructíferos negocios, optó por no involucrar a su empresa en el desarrollo de los libros electrónicos con un argumento simple pero poderoso: la gente cada vez lee menos. Jeff Bezos, el fundador de Amazon, contraatacó lanzando el kindle, que opera bajo el supuesto de que la gente leerá más cuando se corrijan los supuestos defectos que ofrecen los libros impresos.

Con la literatura ocurre lo mismo que con el periodismo: desde todas las vertientes se vislumbra un futuro negro o, al menos, diferente. Pero ocurre también que esa perorata no es nueva: desde la creación de la radio se habla de la eventual muerte del libro y del periodismo de la vieja guardia (aquél que le apuesta a las crónicas, al análisis y a las entrevistas sin regatear espacio, es decir, lo contrario de El Tiempo o de El Colombiano).

Tantas décadas de admoniciones, no obstante, arrojan algunas certezas, tanto para visionarios como para contadores. Los lectores seguirán consumiendo contenidos de acuerdo con sus intereses particulares. Si a usted le interesan las motos, la cultura, la farándula o la política, probablemente optará por una publicación especializada, y no por difusos fragmentos de un diario generalista que lo cubre todo, y además lo cubre todo mal (es decir, como El Tiempo o El Colombiano). Mientras que la pauta en papel sea más efectiva que la digital, el papel seguirá existiendo, por mucho que les duela a los profesores de nuevos medios. Y, sobre todo, la gente seguirá leyendo; no hay razón para creer que disminuirán en el futuro las megaventas de autores como Ian McEwan, J.K. Rowling o, uy, Ángela Becerra.

Los negocios sustentados en el hábito de la lectura seguirán existiendo. La pregunta es si la calidad también se podrá preservar.

Apelaez dijo...

Don Morris. Otra de las predicciones de los futurologos es el cuento del nicho y el fin de los diarios "generalistas". ¿Será?

Yo creo que por malo que sea El Tiempo, desde hace rato es el referente para las noticias de actualidad en este país. Uno no anda buscando informarse en equinoxio.com o en "desde abajo" o en cualquiera de los medios alternativos. Uno va y mira El Tiempo, así sea en el baño, como bien lo señala don Martín.

Por más que uno tenga unos gustos muy de culto o intereses muy particulares, siempre necesitará (creo) un periodico que sirva pa eso, pa pegarle un brochazo grueso a la actualidad mientras anda haciendo del cuerpo. Y en eso, amigo, el tiempo anda con un monopolio bien logradito.

Don Morris, augurá usted el fin de El Tiempo "as we kbow it"?

Anónimo dijo...

Los nombres establecidos seguirán existiendo, pues ofrecen una garantía de credibilidad. Por eso es que cuando hay un temblor o un atentado lo primero que se hace es meterse a la página de El Tiempo en Internet. Pero el vaticinio que sí me atrevo a comprar, al menos pensando con el deseo, es que el "brochazo grueso" sucumba ante la especialización. Ello no necesariamente implica el final de los diarios de referenca: el lector del New York Times, o de El País, o de The Guardian, encuentra un nivel mínimo satisfactorio de especialización y profundización en cada rubro de la información.

No sé qué vaya a pasar con El Tiempo. Los de Planeta, en cambio, sí parece que saben, y por eso le inviertieron tanto billete. Pero muy dificil hacer pronósticos en un caso tan atípico: no sólo preservaron el monopolio de la información escrita durante muchos años, al no tener competencia a nivel nacional, sino que algunos ministros y candidatos presidenciales provienen de la entraña de su Casa Editorial. Pareciera, desde esta perspectiva, que el El Tiempo tiene su existencia asegurada, sin que importe la calidad de su contenido.