El Socialismo del Siglo XXI

Toda revolución y todo régimen tiene su libro. Hitler escribió el vademécum de su mandato en el "Mein Kampf", Mao repartió a diestra y siniestra (más a siniestra) un librito rojo que no tengo idea de como se llama; los cubanos tienen su "La historia me absolverá" escrito por el octogenario dictador. Todas son apologías al cambio, al revolcón, a la porquería que era la historia antes de la nueva Historia. Chávez no podía quedarse atrás, en un principio, su libro-totem era una versión en miniatura de la Constitución Bolivariana a la cual llamaba cariñosamente "la bicha".

Por alguna razón que desconozco, la bicha no fue suficiente. Se necesitaba un libro más potente y, sobretodo, más revolucionario (y científico). Después de ensayar con varias versiones de textos del oscuro Norberto Ceresole, Chávez se la jugó por un librito a pedido escrito por Heinz Dieterich con el muy original y pertinente titulo de "Socialismo del Siglo XXI".

Para mi el libro es una mezcla entre los clásicos del socialismo y un esoterismo arcano. Algo así como un mashup entre Marx y L. Ron Hubbard. Muchos se han preocupado por las falencias teóricas del texto, o por las consecuencias de la aplicación de las teorías en la realidad, a mi me interesa más su faceta esotérica.

Para empezar, cito las fuentes doctrinales del librito de Cháves :"Dos escuelas de pensamiento han avanzado independientemente en la teoría científica del Socialismo del Siglo XXI: la llamada "Escuela de Escocia", con el experto en computación, Paul Cockshott y el economista Allin Cotrell; y la así denominada "Escuela de Bremen", en torno al genio universal Arno Peters, el matemático Carsten Stahmer, el físico cubano Raimundo Franco y el que suscribe"

Cosas como "La Escuela de Bremen" con su genio universal incluido, no es más que tres compinches casi desconocidos (incluido el autor), que probablemente se tomen un par de cervezas en Bremen mientras elucubran sobre las posibilidades de un nuevo socialismo. La utilización de esta figura tiene como único propósito dotar al texto de un aura de seriedad realmente inexistente.

Algo similar ocurre con el énfasis que hace su autor en calificar todo como "científico" o utilizar metáforas tomadas de la ciencia, como el "ADN histórico" o su "Genoma de la Historia". Estos términos son utilizadas por el autor, no tanto para explicar fenómenos, sino para dotar al libro de una mística y cierta verosimilitud. Es evidente que el uso de recursos estilísticos tomados de la pseudociencia, o del simple poder de utilizar frases misteriosas para cosas completamente mundanas (como la "escuela de Bremen"), sirven un propósito propagandístico más que otra cosa.

Podría seguir y seguir con el afán que tiene el autor por mostrar que todo es "científico" y que todos los grandes lideres (jesucristo incluido) eran realmente socialistas. La verdad, prefiero continuar mi curso de Dianetica, es más verosímil.