La lucha por las palabras

En 1965 el General Gabriel Rebeíz Pizarro se sentó en una mesa de caoba y decidió que el Ministerio de Guerra debía, en adelante, llamarse Ministerio de Defensa. Menos agresivo y más humano pensó.

El uso de eufemismos, o lo que los norteamericanos llaman doublespeak, siempre ha sido un instrumento de guerra. En Colombia los guerrilleros han sido calificados como bandoleros, narcoterroristas, terroristas -a secas-, insurgentes, freedom fighters, rebeldes o delincuentes. El uso del término por parte de los medios y de los políticos ha variado dependiendo de la cercanía con un proceso de Paz y la consecuente necesidad de enmarcar a las guerrillas en una categoría política . En tiempos del Caguan, por ejemplo, las FARC eran un grupo insurgente y hoy son unos narco-terroristas.

Del lado de la guerrilla, la cosa ha ido por el mismo lado. Las extorsiones son impuestos y los secuestros retenciones, las clases altas son la oligarquía explotadora y las fuerzas militares son las fuerzas militares-narcoparamilitares. En este grupo, a diferencia del "establecimiento", los eufemismos no varían al vaivén de las promesas de paz. Son tercos hasta en eso.

La guerra de palabrejas tiene como telón de fondo otra formalidad: las FARC quieren que las traten como un ejercito beligerante y le den tratamiento de jefes de Estado a sus comandantes. Les encanta esa formalidad, quieren tener himno, ir a las asambleas de la ONU, ponerse charreteras doradas y que la nueva Colombia tenga el mote de "bolivariana".

El fondo poco les importa. En tiempos de Betancur decían que luchaban por la elección popular de alcaldes, por el fin del bipartidismo, por la reforma agraria y por eliminar el IVA. En las discusiones del Caguan exigían la disminución del desempleo (como si bastara un Decreto) y repetían la chachara pseudo marxista de siempre.

Ahora la cosa es más etérea, quieren justicia social, soberanía y culto a Bolivar. Pero por sobre todo quieren que no los llamen terroristas, que ojalá los llamen Ejercito Bolivariano Revolucionario de Colombia.