Antonio Ungar se queda sin blog por decisión de semana.com
He sido lector de los blogs de semana.com desde que salieron al aire y, en especial, del blog de Antonio Ungar que escribe desde Israel. Casi nunca estuve de acuerdo con sus posiciones, pero me gustaba mucho como escribía y las discusiones que se generaban alrededor de sus posts.
Antonio fue uno de los pocos blogueros de semana.com que entendió que no solo era importante colgar su post semanal, sino también discutir abiertamente con los lectores en la sección de comentarios. Antonio entendió que esto de los blogs es más una conversación que otra cosa.
Según alcanzo a entender, el autor tenía un contrato con semana para escribir en el blog sobre las vivencias en el medio oriente y, al parecer, a la publicación no le gustó que el escritor se dedicara escudriñar los detalles del conflicto árabe-israelí. Semana le pidió enderezar el rumbo y el señor Ungar acató la orden: no más análisis histórico-político, a escribir sobre el color de las casas y los chistes locales.
Esto no fue suficiente, semana.com le notificó que el blog sería clausurado. Apague y vámonos.
5 comentarios:
Otra prueba más que Semana no entiende en realidad lo que sucede con los blogs y el mundo digital.
y cuando encontraremos un post similar sobre el cierre de su blog en dinero, donde mandan el dinero y don felipe
ahi le escribi un comentario recomendandole que abra un blog en blospot y diciendole que la casa editorial semana -y muchos de sus lectores- no sabe para qué son los blogs ni como funcionan. supongo que el comentario será censurado.
Al parecer el motivo del cierre del blog es más económico que otra cosa. A Ungar, a diferencia del resto de los blogueros del portal, le pagaban por escribir ahí. En consecuencia, dado que habia suficiente gente dispuesta a escribir gratis, se prefirio cortarle el chorro al profesional.
Dijo Felipe Lopez, el dueño del aviso, que los próximos 25 años de Semana estarán dedicados a los hijos de los lectores actuales.La estrategia trazada para tal meta fue, en principio, la de llevar todo el contenido de la revista a la web. Pero los asaltó la duda: "nuestra página web debe diferenciarse de la revista impresa; ¿qué hacemos?" Y lo que hicieron fue rellenarla como a una piñata, sin ningún criterio temático y, sobre todo, sin ningún atractivo para ese lector de los próximos 25 años.
¿Qué gancho ofrecen para los potenciales lectores de blogs? Ninguno: ni siquiera saben diferenciar un blog de un columnista online. Se escribe allí de cualquier cosa, en una plataforma estatica más anticuada que el lotus y, en la mayoría de los casos, sin ningún soporte multimedia, como video o audio. Para rellenar la piñata simplemente llamaron a un montón de cuates conocidos y asignaron roles: tú escribes de Irán, tú de fútbol, tú de cine, tú de inmigración y tú de temas jurídicos... Eso será una forma de justificar un sueldo, pero no es periodismo online, ni es la forma de hacer un blog, ni es, mucho menos, el medio para conquistar a los lectores, que ya se acostumbraron a las excelentes versiones digitales de medios como El Pais, The New York Times o Slate, para nombrar sólo los clásicos.
La revista impresa es bastante buena, sobre todo por la labor de investigación que allí se hace. Como van las cosas, los próximos 25 años dependerán también de esa revista impresa, porque la versión digital comete el error más grave posible: no atrae ni a los viejos, acostumbrados al papel, ni a los jóvenes, acostumbrados al diálogo y a leer textos pero acompañados siempre de videos, audios, links etc.
Así que bienvenido, Ungar, a Blogger.
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