martes, 22 de mayo de 2007

¿Qué es realmente el Polo Democrático Alternativo?


Jorge Eliecer Guevara
Senador


El Polo Democrático es, principalmente, una plataforma política para el sindicalismo colombiano. De hecho, el 66% de los congresistas elegidos por este partido viene directamente de las entrañas del movimiento sindical (FECODE, CUT, entre otros) y el 33% restante esta conformado por ex - guerrilleros chavistas, miembros del movimiento indigenista o de la extinta organización nacionalista de izquierda ANAPO.

Del origen de los congresistas electos del Polo podemos concluir que tienen como base electoral, por un lado, un núcleo duro compuesto por los 831.047 trabajadores sindicalizados, algunos antiguos integrantes del partido comunista o de su versión maoísta (el Moir), guerrilleros y milicianos activos y todos los voraces lectores del semanario Voz. Por otro lado, se encuentra una corteza suave, integrada por una base movible constituida por el voto de opinión de los universitarios, los indígenas y algunos artistas, intelectuales “críticos” que les gusta Manu Chao, la posmodernidad, la ecología y el uso de sustancias psicoactivas.

Para entender realmente los móviles de este grupo, no basta con tener en cuenta las proclamas y las arengas de sus integrantes (ya de por sí muy dicientes), sino los intereses concretos que persiguen quienes se adhieren a esta colectividad. En consecuencia, dado que la mayoría de su fuerza electoral viene del sindicalismo (sobre-representado por los funcionarios estatales sindicalizados), es apenas natural que busquen dos objetivos concretos: Proteger la industria nacional y ampliar el gasto estatal (o como mínimo no recortarlo).

La protección de la industria nacional les garantiza a los trabajadores sindicalizados mantener sus puestos de trabajo, aún a costa del bienestar general de la población; y la ampliación o no reducción del gasto público les permite mantener estable la burocracia sindicalizada. Además, esta burocracia sindicalizada se usa como caballo de Troya dentro de la administración pública, pudiendo no sólo capturar rentas o modificar políticas, sino también, aceitar mediante puestos y prebendas el movimiento sindical y en última instancia el movimiento político (Polo).

Para “encubrir” estos intereses, el Polo recurre a la retórica usual de los movimientos de la izquierda latinoamericana: el nacionalismo y el antiimperialismo. Surgen entonces los clichés de siempre; gringos go home, las multinacionales asesinas herederas de la United Fruit Company, la rancia oligarquía vendepatrias, entre millones de frases efectistas que usan estos partidarios de la izquierda dura. Este núcleo no ha cambiado en cuarenta años, sigue soñando con un país estatizado al estilo soviético, cubano o chino y con la dictadura del proletariado, es decir, con la dictadura de ellos.

Por su parte, a la corteza suave, compuesta por los estudiantes idealistas, indígenas rentistas y artistas e intelectuales “críticos”, el Polo les llega con una retórica más matizada. Proteger los avances sociales de la Constitución de 1991, velar por la defensa del multiculturalismo, terminar con la guerra sin disparar un solo tiro, disminuir la brecha entre ricos y pobres y velar por la dignidad y soberanía de la patria.

El Polo, como, el Doctor Jekill, tiene dos caras, una, la que muestra, es el Doctor Jekyll, encarnado en el profesor Gaviria. Viejito tierno que recita de memoria a Borges y que defiende los triunfos sociales y liberales de la Constitución de 1991 y la otra cara es Mr Hide, representado por el senador del Polo Jorge Eliécer Guevara. El Senador Guevara fue presidente de FECODE y uno de los artífices del boicot del profesorado a los exámenes para evaluar la calidad de los maestros, también ha liderado las luchas contra la erradicación de cultivos ilícitos en el Putumayo (de donde es oriundo) y representa la línea dura de la política sindicalista atrabiliaria, clientelista y bochinchera.

En suma, el Polo es un lobo comunista, clientelista y retardatario que se arropa en una piel de oveja que atrae a los jóvenes incautos e idealistas para que sirvan de idiotas útiles a las políticas dictadas desde la Habana y Caracas.

3 comentarios:

Maldoror dijo...

Uu que miedo...son sindicalistas...uu...que susto...son comunistas...uu...los intelectuales que lo apoyan consumen substancias psicoáctivas...uuu

En cuanto a lo del gasto estatal....de acuerdo, el polo no quiere reducirlo...pero tampoco veo a los partidos tradicionales y a la derecha en ese plan (que recorten gastos "sociales", para tirarselo todo a la guerra o para ayudar a los bancos o a los grandes empresarios, no le quita que sea gasto). Así que en ese sentido, no veo cual sea cual sea el gran miedo hacia el Polo.

En cuanto a su teoría económica, es un polo distinto del mismo principio keynesiano: desarrollismo (que en su versión neoliberal es "inversión del estado en sectores estrategicos" o "politicas para buscar la inversión extranjera" o "la privatización" -es decir, el otorgamiento de monopolios estatales a unas cuantas manos privadas).

En cuanto a la retórica, es cierto que está bastante desgastada. Pero incluso en la retórica hay cosas ciertas (como que es cierto que Estados Unidos ha operado como un imperio en latinoamerica, o que tradicionalmente las clases dirigentes de este país han sido en extremo arrodilladas a los dirigentes de ese país, en nombre, claro está, de sus propias retóricas: "crecimiento ecónomico" "ortodoxia ecónomica" "traer la inversión extranjera" "luchar contra la amenza comunista" etc...).

En últimas, el Polo como casi todos los partidos de izquierda que existen, y en particular de latinoamerica, está plagado de defectos...muchos de ellos excecrables. Y con todo, no veo porque aún no sea una alternativa más decente que la derecha que nos ha gobernado desde siempre. Al menos ud no la mostró en está entrada llena de lugares comúnes e incluso irrelevancias (¿que importa nlas substancias que los "intelectuales" y "artistas" que apoyan al Polo consuman?)

Apelaez dijo...

importa poco que consuman droga, es solo un recurso retórico. Y uuu, no da miedo que sean sindicalistas, pero los que lo apoyan deberian tener muy claro que el partido por el cual votan quiere adoptar políticas que van en contravia con la reforma al estado, con una reforma que vuelva mas eficiente y que le llegue mas a los pobres y no a los sindicalistas

Carlos Méndez dijo...

Aunque estoy en algo de acuerdo con lo que dice Sergio, mi principal reparo al Polo es bastante antiliberal en lo economico y echaría para atras varios cambios positivios, en especial, la desestatización y la reducción del proteccionismo. Además, sospecho de sus vinculos con la guerrilla y creo que sería peor que pastrana.

Sobre el comentario de alopez, estoy bastante de acuerdo, pero creo que el polo tambien tiene gente en otros sectores y en idealistas ingenuos que se niegan a ver su autoritarismo.

Saludos,
Carlos